viernes, 22 de febrero de 2013

Same shit, different day

O lo que es lo mismo, “diferente día, misma mierda”. Esto se decían entre sí los protagonistas de “El cazador de sueños”, una novela de Stephen King, maestro americano del terror. Y esa misma expresión la podríamos aplicar a esta empresa, fuente inagotable, como él, de historias para no dormir. La última que hemos conocido ha sido la protagonizada por el secretario general de Comisiones Obreras en la APS y la Presidencia/Dirección del Puerto. En ella, el adalid de la transparencia y del reparto lineal del plus de especial rendimiento recibe una cantidad económica nada lineal, porque no todos los trabajadores la han cobrado, y nada transparente, puesto que ni sus propios colegas de sindicato lo conocían. Torpe maniobra la suya aceptando la soga que ha de atarle de pies y manos frente a todos, Dirección y compañeros. ¿Cómo va a mirar a partir de ahora al resto de trabajadores, cómo los va a convencer de su buena fe si trabaja desde el oscurantismo y la connivencia con los que mal dirigen esta institución? Y del mismo modo, ¿Cómo se va a enfrentar a una cúpula que le ha sobornado con las migajas del reparto de ese plus? ¿Es esta la forma que tiene la Presidencia/Dirección de agradecerle el respaldo mostrado a su gestión desde los medios de comunicación afines al partido en el poder? Consideramos que este hecho inhabilita al protagonista de la historia para seguir, un solo minuto más, formando parte de nuestro Comité de Empresa, que no debe, no puede, ser violentado con situaciones de este tipo. Por su credibilidad, la de sus compañeros de sindicato y el bien de todos los trabajadores del Puerto de Santander, debería presentar la dimisión hoy mejor que mañana.

No deja de ser curioso, de todas formas, que el que ha destapado este desagradable asunto haya sido el otrora beneficiario de las prebendas presidenciales. Sería un gracioso bucle del destino, si no resultara tan triste y descorazonador, que el ideólogo de esta cultura de favorcillos menores a cambio de apoyo incondicional al líder supremo, que viajó por medio mundo y repartió dineros y puestos de trabajo a su antojo, fuera ahora el azote de los impíos que cobran el plus a escondidas y caen en los mismos pecados que él impulsó, cometió y defendió. Todos tenemos claro cuándo y cómo comenzó este proceso de “apartheid” portuario, de marginación del pensamiento diferente, de señalamiento; todos sabemos cuándo y cómo se perfeccionó este reparto de pluses y productividades; y quién y cómo lo promovió con el único fin de mantener unido a su grupo más cercano con unas miserables monedas y dejar, de paso, un recado a los díscolos que no comulgaban con su forma de hacer las cosas, “fuera de mí, y de mi sindicato, la nada”. Y, como consecuencia de todo ello, de su falta de legitimidad moral por su pasado, en CGT consideramos que nada es el tiempo que debiera quedarle como miembro del Comité de Empresa al antiguo consejero Presidencial reconvertido hoy en catedrático de buenas prácticas portuarias

Pero como no puede haber corrupto sin corruptor, volvemos al comienzo y señalamos a la Presidencia/Dirección como el verdadero culpable de esta situación y de otras previas que despedían el mismo hedor repugnante. Situaciones que convierten la atmósfera de esta empresa en irrespirable y que generan que aquí todos los días sean diferentes pero en todos nos encontremos la misma porquería putrefacta. Han cambiado las personas pero no las actitudes ni los modos de actuación. Si cabe, se han radicalizado más aún, y los que antes aseguraban luchar contra la injusticia son los que, ahora elevados a nobleza portuaria, aplican los mismos métodos en beneficio propio y el de sus más afines. Consideramos que ya hemos tenido suficiente inmundicia, y que hemos de mostrar nuestro desencanto y nuestra repulsa ante estas actuaciones que perpetúan la podredumbre en una institución pública que, para los que aún no se han enterado, es de TODOS, y que, como tal, tiene la obligación de ser un ejemplo de gestión y comportamiento.

Salud, compañeros

¡¡DIGNIDAD Y LUCHA!!